21 junio 2009

ELEGIDA LA NUEVA JUNTA DIRECTIVA DE AEFP

La Asamblea General Extraordinaria de Archiveros Españoles en la Función Pública (AEFP) ha elegido a los nuevos miembros de su Junta Directiva en las elecciones celebradas el pasado 20 de junio de 2009.

Junta Directiva
En el proceso electoral celebrado el pasado sábado, 20 de junio de 2009, han resultado elegidos los siguientes socios como miembros titulares del órgano directivo de nuestra Asociación:
-Dª Rosana de Andrés Díaz, PRESIDENTA.
-Dª María Teresa Piris Peña, VICEPRESIDENTA - TESORERA.
-Dª Alejandra Gil de Gandarillas, SECRETARIA.
-D. Javier Díez Llamazares, VOCAL.
-Dª Ana Laviña Rodríguez, VOCAL.

Para más información, podéis acudir a nuestro sitio web.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¡¡¡Qué horror!!! La secta de los Lavinianos.

Antonio González Quintana dijo...

Como indico en mi carta de despedida de la Presidencia de AEFP, desde que este Blog comenzó su andadura han sido frecuentes las apariciones de comentaristas anónimos que han usado esta plataforma para tratar de hacer daño a la asociación con comentarios chuscos o con expresiones como ésta, a la que hoy respondo, que sólo tratan de descalificar. Primero, porque da a entender que hay una secta infiltrada en la dirección de AEFP, una secta que por lo visto da miedo, y que está apadrinada o dirigida por Ana Laviña, nueva vocal de la Junta Directiva de AEFP.

No pretendo dar importancia alguna a la persona que amparada en el anonimato ha publicado este comentario, todo mi desprecio para él o para ella, porque es incapaz de dar argumentos, bien científicos, bien personales para justificar su horror a Ana Laviña y a los archiveros que han trabajado con ella durante años y que supongo conforman esa Secta de los Lavinianos que tanto le asusta al comentarista. A lo mejor tiene motivos para temerlos, porque son excelentes profesionales y, además, son personas que siempre se han comportado con una honestidad ejemplar; y en estos tiempos en que proliferan los oportunistas que sólo tienen el mérito de someterse al poder, la presencia de colegas capaces, orgullosos de su profesión y dignos representa una conciencia crítica que les molesta profundamente.

No voy a pedir peras al olmo y no espero que dé la cara o el nombre, pero al menos le pediría que ofrezca los motivos de su temor. Yo me voy a limitar a congratularme de que Ana Laviña esté en la Junta Directiva de mi asociación. Porque es una magnífica profesional, con una trayectoria ejemplar. Su gestión en el Archivo Histórico Provincial de Ávila, hoy un archivo moderno, tanto en instalaciones como en instrumentos, es envidiable; su labor en la Subdirección General de Archivos Estatales coordinando los grupos de trabajo de Identificación y Valoración (absolutamente pioneros en España) nos ha legado una producción que sigue siendo un referente profesional ineludible en la materia; su labor al frente del Departamento de Conservación y Descripción del Archivo General de la Administración ha marcado una forma de hacer y ha creado escuela, tanto por su rigor en el tratamiento de los instrumentos de descripción como por el empeño en la aplicación de la normativa internacional de descripción archivística, de la que se ha mostrado como una de las mejores conocedoras en este país (quizás se refiera a eso el comentarista al usar la palabra secta, confundiendo magisterio con abducción). Pero, sobre todo, porque es una persona con muchos otros valores personales, esos que te mueven a admirar y querer a otros seres humanos; entre ellos destacaría su valor, su dignidad y orgullo. Valor para enfrentarse a las presiones y para mantener las posiciones profesionales, dignidad para no prestarse a ser comisaria política de nadie y orgullo para cantarle las verdades al lucero del alba y decir, adiós muy buenas en cuanto han pretendido someterla a situaciones humillantes, aun a costa de perder confortables o ventajosas situaciones administrativas.

Además de todo lo dicho, para mí, Ana Laviña representa el valor de la amistad profunda, mostrada en todo trance y por encima de creencias o posiciones políticas. Nacida desde el compañerismo esa amistad me hace salir con estas líneas para dar todo mi apoyo y, estoy convencido que también el de todos los miembros de la asociación, a Ana y a la nueva Junta de AEFP. Porque es un lujo que compañeros de tanta valía estén dispuestos a ofrecer, gratis et amore, su tiempo y sus conocimientos a esta causa, máxime viendo que hay tanta serpiente que intenta convertir los archivos en una ciénaga.

Antonio González Quintana